De los 18,4 millones de viajes diarios que se realizan en la Región Metropolitana, más de un tercio corresponde a caminatas, según la última Encuesta Origen Destino del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
Si bien la cifra es alta, esto no asegura que las calles tengan las características necesarias para que sean transitables, un atributo que la geógrafa y especialista en desarrollo urbano de The City Fix, Lara Caccia, define como “la forma segura, conveniente y eficiente que es caminar en un entorno urbano”.
Para saber cómo hacer que nuestras calles sean transitables, se puede tomar como inspiración lo que están haciendo los planificadores urbanos en cinco ciudades que parecen llevar la delante en darle prioridad a los peatones.
Amsterdam, Países Bajos
El reconocimiento que se ha ganado Amsterdam como una de las principales capitales mundiales del ciclismo tiene motivos de sobra para mantenerse.
Por un lado, las autoridades han impulsado varias medidas que facilitan el uso de la bicicleta, como construir infraestructura ciclista, reducir los límites de velocidad de los automóviles a 30 km/h e impartir educación vial en los colegios. Por otro, desde los ’70 que los ciudadanos optan por la bicicleta como un medio de transporte, haciendo que en la ciudad existan alrededor de 880 mil bicicletas, según el sitio oficial de la ciudad, I amsterdam.
Entre las medidas enfocadas en los ciclistas, que apuntan a fomentar los modos sustentables, los peatones claramente resultan beneficiados. De hecho, los nuevos espacios públicos que se están haciendo en la ciudad deben cumplir con dos requisitos: límites de velocidad bajos y ciclovías segregadas de las veredas.
Copenhague, Dinamarca
Ya en los años 60, Copenhague estaba siendo pionera en el mundo al asegurarle más espacios a los peatones a través de la creación de las primeras zonas peatonales exclusivas. Posteriormente, esta medida hizo posible que estos sectores se pudieran conectar mediante una red de ciclovías y medios de transporte públicos.
La transformación que tuvo la ciudad al desarrollar iniciativas para ser un lugar con mejor movilidad y pensada en las personas es atribuida por Caccia al urbanista local Jan Gehl, quien impulsó el aumento de los caminos peatonales y hacer que el transporte público tuviera un rol activo.
Hamburgo, Alemania
En 2011 la segunda ciudad más grande de Alemania fue nombrada Capital Verde Europea y desde entonces ha impulsado varias iniciativas para ser más sustentable. Hasta ahora, su plan más ambicioso es Green Network, el que pretende que en 2020 todas las áreas verdes estén conectadas a través de caminos peatonales y ciclovías para que los ciudadanos no tengan la necesidad de usar un automóvil.
Un segundo plan que cabe destacar de esta ciudad es la construcción de un parque de 3,5 kilómetros de extensión sobre la autopista A7 que busca reconectar los barrios de los alrededores que han permanecido separados durante 30 años.
Helsinki, Finlandia
Implementar un sistema de transporte público intermodal, que incluya modos on demand y que tenga un sistema único de pago son las características que esta impulsando la ciudad con el fin que en 2025 los habitantes no tengan razones para tener un automóvil. De forma paralela, se están haciendo barrios más densos, para que las personas no tengan que recorrer largas distancias desde sus casas hasta sus trabajos y lugares de entretención.
Zurich, Suiza
En 1996, la ciudad aprobó un Compromiso Histórico, un documento que establece que los estacionamientos que desde esa fecha tendrían que ser subterráneos. De esta manera, los espacios en superficie se destinaron a nuevas áreas peatonales y parques. Asimismo, la ciudad ha fomentado la intermodalidad entre sus medios de transporte, lo que hoy le permite tener una tasa de movilidad en modos sustentables, que combina los desplazamientos a pie y en bicicleta, de un 34%.
Este artículo fue originalmente publicado en Plataforma Urbana.